sábado, 5 de abril de 2014



En un lugar  escondido de la Antártida, en un pequeño poblado llamado Villa  Iceberg, vivía Ani, una joven sirena muy simpática. Ani pasaba su tiempo jugando y nadando entre tortugas marinas y caracolas y soñaba que, algún día, conocería a una ballena como las que ella pintaba en sus dibujos.



Un día su madre la envió a coger almejas al fondo del mar. Cuando iba de camino se encontró con Ursudamal, una ballena que nadaba cerca del poblado con su cría.
Ani casi se muere de la emoción. Jamás había visto nada igual, Ursudamal era enorme.
Ani se subió con un gran aletazo encima de Ursudamal y
le gritó muy fuerte:- ¡ Holaaaa!, -¿quién eres tú?- nunca te había visto cerca de mi poblado.
Ursudamal abrió sus ojos y miró fijamente a Ani.





- Es la primera vez que vengo por aquí.
- ¿Qué te ha pasado?, te veo muy triste y cansada.
- Sí, estoy herida y asustada, un barco ballenero me ha llenado de redes y dardos y tengo mi aleta herida.
-      Y ¿dónde está tu familia?, no tengo amigos, me dejaron sola y me he perdido.
- No te preocupes más - le dijo Ani - ahora me conoces a mí y yo te voy a ayudar.




Ani silbó muy fuerte y al momento aparecieron por allí un grupo de alegres delfines que rodearon a Ursudamal.
Le ayudaron a curar sus heridas y escucharon con mucha atención el relato de las aventuras que había vivido Ursudamal en su largo viaje a través del océano.



Ani estaba entusiasmada escuchando a Ursumadal. Les contaba que había visto a sus amigas sufrir mucho,  una vez que un barco ballenero las atacó y las llevó muy lejos. También que el océano era inmenso y  que el fondo del mar tenía jardines maravillosos llenos de seres de multitud de colores, pero que en muchos lugares estaba muy sucio, lleno de basuras, que los hombres lanzaban al agua y por último que había tenido que llevar mucho cuidado con los iceberg que encontró a su paso.





Ani acarició, con mucha ternura,  la cabeza grandota de Ursudamal. 
- Bueno no nos pongamos tristes. - Yo estoy muy feliz  de haberte conocido y ya tienes un montón de amigos. - ¿Qué más quieres?. Ursudamal sonrió y dió un gran aletazo que  hizo saltar a todos por el aire.
Se despidió de la ballena y nadó rápidamente hasta su casa para llevar las almejas a su madre.
Y aquí termina esta aventura, si os ha gustado otro día os contaremos más.  

                           FIN


                 En la clase de 3º A, hemos elaborado este cuento, en grupo.  Esta actividad nos ha ocupado dos sesiones de Lengua y una de Plástica. Nos ha servido para repasar todo lo que hemos trabajado sobre los cuentos, y lo hemos pasado muy bien.